En Azaí creemos en la importancia de los datos para comprender de forma rigurosa fenómenos sociales complejos. En los últimos días, Colombia ha experimentado un aumento importante de la movilización social, materializada en el Paro Nacional convocado por diversos sectores sociales. Para entender algunas de las motivaciones de quienes se manifiestan proponemos una aproximación basada en la evidencia, que nos invita a revisar el desempeño del país en algunos indicadores clave durante el último año.
En primer lugar, analicemos el comportamiento de la pobreza monetaria. Este indicador recoge el porcentaje de hogares cuyo nivel de ingreso por cada miembro del hogar es inferior a $331.680 pesos colombiano por persona¹. La cifra se construye a partir del estudio de los patrones de consumo de los ciudadanos, y se identifica como el mínimo requerido para para cubrir una canasta de bienes básicos alimentarios y no alimentarios.
Como se observa en la gráfica, el porcentaje de hogares que se encuentra por debajo de este monto de ingreso creció en un 7% durante el último año, hasta alcanzar el 42,5% del total del país. Esto ocurrió específicamente en las áreas urbanas, en donde, de acuerdo a la información oficial, no fue suficiente el despliegue de transferencias monetarias de emergencia para atender la disminución abrupta del ingreso de los hogares; mientras que en las áreas rurales, donde hubo mayor efectividad en los giros, la pobreza incluso disminuyó (DANE, 2021a)².
En este sentido, los resultados de la Encuesta de Pulso Social publicados a finales de abril (DANE, 2021b)³ dan cuenta de las transformaciones en las condiciones de existencia de la población en Colombia. En ella se recoge, por ejemplo, el indicador de confianza del consumidor, que integra mediciones relacionadas con la percepción de las personas frente al comportamiento de la economía a nivel de su hogar, el país y su capacidad de consumo de bienes duraderos. Al respecto, se estimó que en las 23 ciudades analizadas el 51% de los hogares considera que su situación económica es peor que hace un año, y, de cara al próximo, el 45,1% percibe que no habrá cambios significativos en su condición.
Esta percepción se encuentra respaldada por los resultados en materia de seguridad alimentaria. Los datos nos muestran que el 31,2% de los hogares urbanos del país no cuentan la posibilidad de consumir al menos tres comidas al día, teniendo en cuenta que previo al inicio de la cuarentena/aislamiento preventivo este porcentaje era del 9,6%. En Cartagena, por ejemplo, la situación es alarmante, pues se redujo en un 39,6% el número de hogares que comían tres veces al día, pasando del 73% antes de la pandemia a un 33,4% en la actualidad.
Estas cifras, además de ser un insumo fundamental para analizar las condiciones socioeconómicas del país y ayudar a comprender el malestar de la gente que se moviliza, deben orientar la toma de decisiones al momento de estructurar iniciativas sociales o de política pública que resuelvan las condiciones sociales ocasionadas por la pandemia. Desde Azaí promovemos la cualificación del debate público con base en evidencia y aportamos soluciones innovadoras que toman los datos como punto de partida para maximizar el bienestar de la ciudadanía.
¹ Esto quiere decir que la línea de pobreza varía de acuerdo al tamaño del hogar. Si está compuesto por dos personas será de $663.360, si está compuesto por tres personas será de $995.040 y de esta forma sucesivamente. También existen líneas de pobreza ajustadas por el entorno de residencia rural o urbano.
² Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Colombia. Reporte pobreza monetaria 2021. Disponible aquí.
³ Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Colombia. Encuesta Pulso Social. Resultados novena ronda – (marzo de 2021). Disponible aquí.
